Dear Suzie Marlango,
Creo que me he enamorado de Emma Roberts después de ver El arte de pasar de todo. No tiene remedio. Es algo inevitable. Me hubiera encantado ser Freddie Highmore. Habría matado por ser uno de esos adolescentes newyorkers intensos y fatalistas que quieren ser artistas. Me hubiera encantado vivir en el Soho o el Noho o Nolita. Me hubiera encantado pasar la peor nochevieja de mi vida borracho en Chinatown. Habría sido feliz corriendo de rabia por Central Park o fumando en la cancha de baloncesto de la azotea de mi instituto con vistas al río Hudson.
Por un rato he vuelto a esa adolescencia que nunca tuve... a esa adolescencia tan distinta. Es la magia del cine. Es el arte de pasar de todo.
Y decía yo que me sonaba de algo, es el niño de Charlie y la Fábrica de chocolate
ReplyDeletemaravillosa y compartida explicaccióm, me encanta tu blog, te sigo, me hermano
ReplyDeletees el niño de Charlie & la fabrica de chocolate? oh hueón, yo sabia que lo había visto cuando era niño! al fin sé de donde lo había visto, oh soy la más feliz.
ReplyDeleteIncreiiibleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
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