Wednesday, December 19, 2012

302. MI VIDA EN 55 MINUTOS


Dear Suzie Marlango,

Hace unos meses participé en un concurso de FiftyFiveDSL en el que tenías que resumir tu vida en 55 momentos. No gané, pero rebuscando archivos en el ordenador he encontrado el texto... y he pensado que ahora que termina el año (o el mundo) es un buen momento para recuperar estos 55 momentos que son pequeños instantes de felicidad. Estos 55 minutos que resumen algunos de los momentos felices de mi vida... no están todos los que son, pero si son todos los que están. A ver qué sorpresas y felicidades nuevas nos trae el 2013.

MI VIDA EN 55 MINUTOS

Trece millones ciento cuarenta mil minutos de vida resumidos en cincuenta y cinco. Tiempo que vuela entre los dedos. Momentos mágicos. Altos y bajos. Jugar a los playmobil hasta los quince años. Uno. Llorar con la muerte de David el gnomo. Dos. Subir al Dragon Khan de Port Aventura. Tres. Mar, arena, sal, primos y mojito en Málaga. Cuatro. Ser feliz con Arcade Fire en el FIB 2011. Cinco. Ver Soñadores de Bertolucci a horas intempestivas bebiendo Martini a escondidas con dieciséis años. Seis. Bailar It’s all right de Marlango. Siete. Estar frente a un cuadro de Van Gogh por primera vez. Ocho. Perderme entre las estanterías de Shakespeare & Co. en París. Nueve. American Horror Story en buena compañía. Diez. Pasar un mes yendo a clase en el piso sesenta y tres del Empire State y sentirse neoyorkino. Once. Rodar mi documental sobre Isabel Coixet y darme cuenta que quiero pasar el resto de mi vida haciendo esto. Doce. Querer quedarse a vivir en el Urban Outfitters del Soho de Nueva York. Trece. Where the wild things are con un combo de palomitas en el Upper East Side mientras fuera diluvia. Catorce. La alfombra roja del Kursaal y los cafes en el hotel María Cristina durante el Festival de San Sebastián. Quince. Leer Brooklyn Follies de Paul Auster. Dieciséis. Pasear por Ruzafa. Diecisiete. Chupitos de Jägermeister. Dieciocho. Volver a sentir la emoción de la adolescencia con Two Door Cinema Club en el Arenal Sound 2012. Diecinueve. Azul #15 de CanallaCo Teatre. Veinte. Descubrir a Miranda July. Veintiuno. Tomar helado de limón perdido en el Trastevere. Veintidós. Fiestas en la piscina. Veintitrés. El fabuloso mundo de Amélie Poulain. Veinticuatro. Descubrir Antes del amanecer en la TV siendo adolescente y que cambie tu vida para siempre. Veinticinco. Beber Coca cola. Veintiséis. Ir de tiendas por Le Marais. Veintisiete. Belle & Sebastian en el BAM 2010. Veintiocho. El congelador de Oscura Teatre. Veintinueve. Hacer Polaroids. Treinta. Matilda de Roald Dahl. Treinta y uno. La interpretación de Blesa en Freud y todas las alegrías que nos está trayendo. Treinta y dos. Comer sushi antes del concierto de Russian Red en el Joe’s Pub de NY. Treinta y tres. Cañas y cafés por Madrid. Treinta y cuatro. Con las ganas de Zahara en la sala Wah Wah de Valencia. Treinta y cinco. Hamlet con Jude Law en Broadway. Treinta y seis. Leer Charlie y la fábrica de chocolate en una toalla oliendo a césped recién cortado. Treinta y siete. Mi hermano y recordar el día que casi le mato ahorcado siendo niños. Treinta y ocho. Cartojal con Seven up en la feria de Málaga. Treinta y nueve. Bombones de chocolate y canela de las Chocolaterías Valor. Cuarenta. Manolito Gafotas. Cuarenta y uno. El Gin tonic con Gin Mare y Fever Tree. Cuarenta y dos. Llorar viendo Anatomía de Grey cada viernes durante los últimos nueve años. Cuarenta y tres. Cantar canciones de Ana Belén a todo pulmón en los viajes familiares en coche. Cuarenta y cuatro. Los espagueti Leo de La Pappardella. Cuarenta y cinco. El brunch del Empire Diner. Cuarenta y seis. Llevar siempre una Moleskine encima. Cuarenta y siete. La pizza cuatro quesos. Cuarenta y ocho. Viajar en avión. Cuarenta y nueve. Perder tardes enteras buscando a Wally. Cincuenta. El frapuccino de café y caramelo de Starbucks. Cincuenta y uno. Mis amigos, los que lo son ahora y los que lo fueron. Cincuenta y dos. La red velvet cake de Magnolia Bakery. Cincuenta y tres. El amor de mi vida que está por llegar. Cincuenta y cuatro. Pensar en todo lo que me queda aún por descubrir, disfrutar y vivir… y ser feliz. Cincuenta y cinco. Cincuenta y cinco minutos. Cincuenta y cinco momentos. Mi vida hasta ahora ha sido esto… ¿y ahora qué?    

2 comments:

  1. :) muy increible. Me agrada mucho tu blog, llevo mucho tiempo leyendolo. Creo que tienes un gran gusto por la vida, y eso es hermoso. ¿Radicas en NY? (:
    Por 55 y mas nuevas experiencias de vida.
    P.D. Increible lo del Empire State.
    - Un lector mexicano.

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    1. Hola! Me alegra que te guste el blog. Ojalá viviera en NY... sólo pasé un mes allí. Pero sé que algún día volveré para quedarme.

      saludos!

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