Sunday, February 14, 2010

78. EL DÍA QUE CASI MATO A MI HERMANO PEQUEÑO


Dear Suzie Marlango,

Yo de niño casi mato a mi hermano pequeño...

El caso es que teníamos un chalet en el campo y mi mente tendente a la fantasía no paraba de inventar juegos. Uno de esos veranos lo dediqué a construir una casa del árbol, muy cutre, pero de la que estaba muy orgulloso (la culpa de todo esto la tiene Punky Brewster) y, como no, a mi gran casa cutre del árbol no le podía faltar un ascensor. Cogí una cuerda, la até al árbol y le hice un lazo en plan cowboy de forma que se ataba por los sobaquillos y servía para bajar y subir si se tiraba de la cuerda.

El primero en probarlo fue mi hermano pequeño. Le até la cuerda y lo tiré (con su consentimiento, por supuesto) del árbol. Él se asustó mucho al verse en el aire y levanto los brazos para soltarse, con la mala suerte que la cuerda se le enganchó al cuello. Menos mal que tuve los reflejos suficientes para soltar la cuerda y, al final, no pasó nada grave ni quedaron secuelas, salvo una gran marca granate en el cuello que el pobre tuvo que lucir durante dos semanas. No he pasado más miedo en mi vida que en esas centésimas de segundo en las que casi mato a mi hermano...

...y desde entonces, no sé porqué, me mira un poco raro.

2 comments:

  1. jajajajajajajajajajaj
    asi se ha quedado, que lo tengo en tuenti y hay cada foto... (de gigolo fede!GIGOLO!) jajaja

    y quién no ha jugado a juegos extremadamente peligrosos cuando era pequeño? yo jugaba a batallas de piedras, jaja

    :)MUA

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